Reviews
Description
"Esa noche, mientras su cuerpo descansaba, la mente de Nicolás Fajardo fue poseÃda por un vago recuerdo de las impresiones visuales e imaginativas provocadas por la presencia de la sabana cartografiada en un papel. Su consciencia quedó absorta en un estado onÃrico, de casi lúcida ensoñación, que, transcendiendo tiempo y espacio, le permitÃa percibirse a sà mismo como un caballero de punta en blanco recorriendo en su también blanco caballo las partes de su territorio llamado por todos "fajardÃa", porque de todo ese territorio era dueño y señor absoluto Nicolás Fajardo. Su fantasÃa le permitÃa ver (en sueños) a sus mayorales recogiendo infinitas cabezas de ganado esparcidas por la sabana; igualmente veÃa claramente sembradÃos de miles de montones de yuca y hortalizas regadas por un rÃo que se llamaba "Fajardo" y cultivadas por cientos de agricultores que vivÃan en una ciudad con el mismo nombre. Pero donde más satisfacción y regocijo hallaba su ego era al ver docenas y docenas de indios taÃnos y negros africanos extrayendo el oro de las entrañas de rÃo Fajardo; se sentÃa otro rey Midas, porque, después de Dios, el oro reinaba como una divinidad de la cual todos los colonizadores eran fieles devotos. Sus ganaderos, sus agricultores y sus mineros parecÃan sacados todos de un mismo molde: mediana estatura, piel tostada, rostro enjuto y rÃgido, curtido por el calor, el trabajo y los vientos alisios cuyo conjunto generaba la impresión de ser gente "caridura" por fuera pero de alma dulce por dentro..." La ficción histórica no abunda en las letras puertorriqueñas de hoy. Hacia finales del siglo XIX y principios del XX Cayetano Coll y Toste abordó el género de la leyenda histórica documental, las que recoge en su tomo Leyendas puertorriqueñas, aunque de otra naturaleza pueden inscribirse en esta corriente La palma del Cacique de Alejandro Tapia y la Peregrinación de Bayoán de Eugenia MarÃa de Hostos, entre otras de menor importancias como los Infortunios de Alonso RamÃrez. La obra de Eloy Recio es una biografÃa novelada de Nicolás Fajardo, hidalgo fundador del pueblo que lleva su nombre. Los pasajes de ficción no desmerecen al dato histórico puro, sino más bien le dan dramatismo y viveza al relato. Dr. Marcelino Canino
EXTRA 10 % discount with code: EXTRA
The promotion ends in 23d.19:06:00
The discount code is valid when purchasing from 10 €. Discounts do not stack.
"Esa noche, mientras su cuerpo descansaba, la mente de Nicolás Fajardo fue poseÃda por un vago recuerdo de las impresiones visuales e imaginativas provocadas por la presencia de la sabana cartografiada en un papel. Su consciencia quedó absorta en un estado onÃrico, de casi lúcida ensoñación, que, transcendiendo tiempo y espacio, le permitÃa percibirse a sà mismo como un caballero de punta en blanco recorriendo en su también blanco caballo las partes de su territorio llamado por todos "fajardÃa", porque de todo ese territorio era dueño y señor absoluto Nicolás Fajardo. Su fantasÃa le permitÃa ver (en sueños) a sus mayorales recogiendo infinitas cabezas de ganado esparcidas por la sabana; igualmente veÃa claramente sembradÃos de miles de montones de yuca y hortalizas regadas por un rÃo que se llamaba "Fajardo" y cultivadas por cientos de agricultores que vivÃan en una ciudad con el mismo nombre. Pero donde más satisfacción y regocijo hallaba su ego era al ver docenas y docenas de indios taÃnos y negros africanos extrayendo el oro de las entrañas de rÃo Fajardo; se sentÃa otro rey Midas, porque, después de Dios, el oro reinaba como una divinidad de la cual todos los colonizadores eran fieles devotos. Sus ganaderos, sus agricultores y sus mineros parecÃan sacados todos de un mismo molde: mediana estatura, piel tostada, rostro enjuto y rÃgido, curtido por el calor, el trabajo y los vientos alisios cuyo conjunto generaba la impresión de ser gente "caridura" por fuera pero de alma dulce por dentro..." La ficción histórica no abunda en las letras puertorriqueñas de hoy. Hacia finales del siglo XIX y principios del XX Cayetano Coll y Toste abordó el género de la leyenda histórica documental, las que recoge en su tomo Leyendas puertorriqueñas, aunque de otra naturaleza pueden inscribirse en esta corriente La palma del Cacique de Alejandro Tapia y la Peregrinación de Bayoán de Eugenia MarÃa de Hostos, entre otras de menor importancias como los Infortunios de Alonso RamÃrez. La obra de Eloy Recio es una biografÃa novelada de Nicolás Fajardo, hidalgo fundador del pueblo que lleva su nombre. Los pasajes de ficción no desmerecen al dato histórico puro, sino más bien le dan dramatismo y viveza al relato. Dr. Marcelino Canino
Reviews